lunes, 9 de enero de 2012

Despiértame. Tengo ganas de comer. No, no de comida, si no de tu piel. Tengo ganas de que me sonrías y me beses. De que me bosteces en mi cama, y te despereces. De que tires el despertador por la ventana. De que me hagas el amor. De que te tenga que quitar la manta, porque no te levantas. Tengo ganas de meterme en el baño y que me aporrees la puerta, porque tardo muchísimo en ducharme. Tengo ganas de que me hagas un zumo de naranja, y que dejes toda la casa con olor a tostada quemada. Pero de lo que tengo más ganas es de que lo primero que me digas sea: "Buenos días princesa".

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