miércoles, 29 de diciembre de 2010

Quizás sea hora de rendirse.

-¿Cómo podías estar tan seguro de que me querías?
+Porque soñaba contigo
-¿Solo por eso?
+Solo. Mira, cada noche me dormía y soñaba contigo y todas las mañanas me acordaba de los sueños, yo no soy como a gente que sabe que está enamorada. Estaba seguro de que soñaba con la misma persona toda las noches.
-Yo también soñaba contigo.
+Tú no sabes ni con quien sueñas.
+Es una pena, porque el euro millón a tu lado es calderilla.
-¿Sigues soñando conmigo?
+Pues no lo sé, ya no me acuerdo de lo que sueño.

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