martes, 9 de agosto de 2011

Nunca quise que te fueras

 Aquí, sentada en un rincón de mi habitación, veo pasar las horas en el reloj que está junto a una foto, esa dónde salimos tú y yo. Nuestra foto.
Recuerdo aquel día como si fuese hoy, como si fuese este preciso instante. Tú y yo, miramos a la cámara con ese brillo en los ojos típico de los enamorados, sonreímos hasta cerrar nuestros ojos por la felicidad que sentimos, nos cogemos de la mano para no dejarnos escapar el uno al otro...cuantos sentimientos hay recogidos en ese trozo de papel...
Vuelvo a la realidad, a mi habitación. Miro a mi alrededor. Aún tengo los peluches que me regalaste encima de mi cama, aun tengo el perfume que tanto te gustaba, aun lo tengo todo...pero ya no te tengo a ti.
Daría mi vida por volver a aquellos días, por sentir de nuevo el tacto de tus manos acariciándome un segundo, por volver a sonreír cuando me hablas y me dices que me quieres, por volver a tenerte junto a mí y no dejar que te vayas nunca más... Mi vida ya no vale nada si no estás tú.

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